jueves, 19 de septiembre de 2013

¿Por qué cuidamos?

Lorenzo Rodrigo Sales es enfermero de la Unidad de Gestión Clínica (UGC) de Palma del Río y lleva ejerciendo su profesión 38 años. Toda una vida de trabajo en la provisión de cuidados. Lorenzo nos regala una serie de reflexiones sobre lo que es cuidar, lo que supone y aporta.
Cuidar es una situación que muchas personas a lo largo de sus vidas acaban experimentando. La experiencia de cada una de ellas es única, ya que son muchos los aspectos que hacen que esta experiencia difiera de unas personas a otras. El por qué se cuida, a quién se cuida, la relación previa con la persona cuidada, la causa y el grado de la dependencia del familiar, la ayuda que prestan otros miembros de la familia, las exigencias que se marquen los y las cuidadoras, son algunos de esos aspectos diferenciadores.

Pero también existen características comunes, los cuidados: 
  • Proporcionan ayuda, es una buena forma de que las personas sientan que sus necesidades físicas, sociales y afectivas están resueltas.
  • Implican una dedicación importante de tiempo y energía.
  • Conlleva tareas que pueden no ser cómodas y agradables.
  • Suele darse más de lo que se recibe.
  • Es una actividad que, normalmente, no se ha previsto y para la que no se ha sido previamente preparado.


Y es que cuidar implica muchas y variadas actividades de prestación de ayuda. Aunque las áreas en las que se prestan cuidados y las tareas que implica dicha ayuda dependen de cada situación particular, muchas de las tareas habituales que implica la prestación de ayuda, sobre todo a una persona dependiente son comunes a la mayoría de las situaciones de cuidado.

En cuanto a las tareas más frecuentes de los y las cuidadoras se encuentran.
  • Ayudar en actividades de la casa como: cocinar, lavar, limpiar, etc.
  • Ayuda para el transporte fuera del domicilio, como acompañarle al centro de salud, farmacia, etc.
  • Ayuda para el desplazamiento en el interior del domicilio.
  • Ayudar en la higiene personal: peinarse, bañarse, etc.
  • Ayuda para la administración del dinero y los bienes.
  • Supervisión en la toma de medicamentos.
  • Colaboración en tareas de enfermería.
  • Resolver situaciones conflictivas derivadas del cuidado como por ejemplo, cuando se comporta de forma agitada.
  • Ayudar en la comunicación con los demás cuando existen dificultades para expresarse.
  • Hacer muchas "pequeñas cosas" como por ejemplo, llevarle un vaso de agua, acercar la radio, etc...


Por lo tanto, cuidar a un familiar que depende de nuestra ayuda para satisfacer sus necesidades puede ser una de las experiencias más conmovedoras y satisfactorias. Cuidar a otra persona puede hacer que en las numerosas tareas que ello implica descubramos en nosotr@s cualidades, aptitudes o talentos que, probablemente, de otra forma hubieran pasado desapercibidas. Asimismo, cuidar a otra persona puede hacer que establezcamos una relación más próxima con ella o con otros familiares y que descubramos en ellos facetas interesantes que hasta entonces habían permanecido ocultas para nosotros. Una gran parte de las personas cuidadoras, pese a posibles sinsabores, acaban descubriendo la íntima satisfacción de ser útiles a sus familiares más próximos. Pero todo no es de color de rosa, cuando cuidamos, a veces puede ser una de las experiencias más solitarias e ingratas, por la que pasamos en este noble quehacer. Pero es curioso como puede llegar a ser, al mismo tiempo, solitario, ingrato, conmovedor y satisfactorio. Lo que es seguro es que cuidar a un familiar es una de las experiencias más dignas y merecedoras de reconocimientos.

FDO: Lorenzo Rodrigo Sales

Enfermero UGC Palma del Río

jueves, 12 de septiembre de 2013

10 consejos para la vida

¿Cómo afrontar la vida bajo la amenaza de una muerte inminente? Denis Wright, que padece una enfermedad en situación terminal, nos regala un decálogo de consejos para aprovechar al máximo la vida y no tenerle miedo a la muerte.


En estos tiempos de crisis, parece que todas las personas estamos abrumadas por lo que pasará mañana… ¿Y si no hubiese mañana? Denis Wrigh, un hombre australiano de 66 años, vive con esta incertidumbre desde que le diagnosticaron un tumor cerebral en 2009. Desde entonces tiene muy presente que su vida puede terminar en cualquier momento.

¿Y qué hizo Denis cuando recibió este diagnóstico? Entre otras cosas comenzó a escribir un blog, se llama “Mi huésped no invitado” (http://deniswright.blogspot.com.es/) y en él plasma sus pensamientos, experiencias, reflexiones…que resume en “10 consejos para la vida”. 


Queremos inaugurar este mes de septiembre desde este blog invitándoos a poner en práctica alguno de los consejos que nos ofrece Denis. Todos están impregnados de una buena dosis de sentido común.


10 CONSEJOS PARA LA VIDA

1. No pierda su vida en un trabajo que odia. La vida es demasiado corta como para vivir sólo por la noche y los fines de semana.

2. Si en su vida pasa algo malo, que usted no puede evitar, trate de adaptarse. Darse cabezazos contra la pared es inútil.

3. Si usted piensa que puede cambiar algo, trate de hacerlo, haga todo lo posible para lograrlo. Trate de entender la esencia del problema y entonces se dará cuenta de que se puede resolver.

4. No existen "buenas" y "malas" decisiones. Si ha hecho algo que cree que está mal, aprenda una lección de esto, la próxima vez lo corregirá. Usted no puede saber las vueltas que finalmente van a dar las cosas, por lo que sentarse a llorar es una pérdida del tiempo.

5. No se arrepientan del pasado, ya no podrá cambiarlo. Viva del presente. Pero no el de un solo momento, es demasiado corto. "Ahora" es un corto plazo de tiempo que incluye un poco del pasado, un poco del futuro y el presente mismo.

6. Pida perdón a las personas a quien usted siente que podría haber hecho daño. Usted no es perfecto, ni siquiera intente aparentarlo, sólo admita la responsabilidad del sufrimiento que ha causado a otra persona.

7. Esté abierto a diferentes ideas. No descarte otras posibilidades.

8. Trate de no perder nunca el sentido del humor, aunque no siempre sea posible.

9. Carpe Diem. En otras palabras, ¡aproveche el momento!

10. No tenga miedo a la muerte. Si usted no tiene miedo a la muerte, no tendrá miedo a nada que le depare la vida.

(Denis Wright)